miércoles, 2 de junio de 2010

Los cuervos


Luz negra, negra sombra,
como una vieja bruja de alas negras
agitando de sus cabellos las hebras, acechando en su vuelo a aquella alondra.

Graznando, voz inerte,
contemplando sus ojos la campiña yerma,
príncipe oscuro, augurio de muerte,
huyendo de la luz a la tiniebla.

Cruzando con sus sombras impactantes
aquel brumoso cielo del ocaso
cubierto con sus nubes acechantes.

Los tenebrosos siervos de Satanás
que miraban impávidos la vida de los demás
como el cuervo que dijo "Nunca más".

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